Grimes da grima
El chiste estaba tirado y nadie lo hizo aún. Otra sesión del Coachella que da de qué hablar
Grimes la lío en una sesión del Coachella. Esa frase lleva varios días corriendo por el gremio DJ, en especial en el Threads de las lamentaciones. Cuando la escuché, dos cosas me vinieron a la cabeza. Una: ¡ya hace un año de la mítica sesión de Fred Again, Skrillex y Four Tet!. Dos: ¿Grimes desde cuándo pincha? La segunda creo que lo responde casi todo.
Para no dejar la opinión en el vacío del cuñadismo, acudo a informarme. En la web 1001tracklist apenas registran media docena de sesiones DJ de Grimes en los últimos tres años. Vamos, que no pincha.
La primera reflexión también explica. Aquella mítica sesión del trío estaba llena de fallos técnicos pero tenía un sabor insuperable. Seguro que se encontraron con problemas con los aparatos, porque siempre hay problemas, pero tiraron adelante. Es lo que tiene ser DJ, ser profesional y lucir cayo.
Grimes no, Grimes se dedicó a dar excusas malísimas y a tirar balones fuera. Peor la respuesta que la sesión en sí, como la mítica de que alguien le había preparado los temas que iba a pinchar y se lo había hecho mal. Con ese razonamiento, está claro que estamos ante un problema de pijos del primer mundo. Alguien le preparó la sesión, el resto de los DJ del mundo llorando de la risa. Grimes quizá no está en un buen momento anímico, no sabemos qué le ocurre porque todo es sumamente extraño.
Llevo varios días preguntándoles a otros colegas DJ si alguna vez vieron a un nombre top mundial dar excusas tan malas, pero sobre todo dar esas excusas, y en especial, y más en concreto, simplemente dar excusas. Hemos visto a DJ con problemas técnicos que simplemente se bajan del escenario hasta que se arreglan o muchas veces los solucionan sobre la marcha sin parar la sesión.
Nosotros, los DJ de pinchar en garitos y fiestas cada fin de semana, ¿en cuántos líos técnicos nos vemos? Muchos. ¿Qué hacemos? Apretar, buscar soluciones sobre la marcha, contar con alternativas por si todo falla y en caso de catástrofe (o sea, que se pare la sesión un buen rato) aprender para la próxima y que no vuelva a ocurrir.
Grimes al final, aparte de darse una publicidad que no necesita (seis millones y medio de oyentes al mes en Spotify) consiguió algo importante: que la gente vea el buen trabajo que hacemos el resto de los DJ, que la parte técnica de nuestra labor no es tan sencilla como parece, y que una sesión al final es reflejo de muchísimas horas de trabajo previo.
Gracias, Grimes.

