El reguetón ya no es moda
Veo entre DJ establecidos aún demasiadas suspicacias ante el género dominante
El reguetón ya no es moda. El reguetón es. Está consolidadísimo, es uno de los géneros dominantes. Llegó hace décadas, muchos dijeron que no llegaría a nada. Ella me levantó, canción que tiene 15 años, es un clasicazo que levanta cualquier pista. El reguetón nos llegó en varias oleadas. En la penúltima consiguió que artistas que cantan en español sean los más escuchados y demandados en todo el planeta. Me sigue pareciendo extraño que una guiri me pida a Bad Bunny, pero mira, esta vez por fin ganamos.
Si eres DJ multigénero y multitarea, tienes que pinchar reguetón. Por eso me extraña una postura que veo repetida, ese enfado no solo contra el reguetón, sino contra todo lo que huela a neolatino.
Contra el reguetón no hay un rechazo razonado, un “mira a mí es que no me gusta”, no. Cuando me tropiezo a un colega DJ me dice claramente: “Esa mierda del reguetón”, o “yo esa basura del reguetón no la soporto… pero la pongo”. Sorprende tanto odio. Es extraño escuchar a un DJ hablar de “esa basura del hardstep”, “no pincharía la asquerosidad esa del techno ni que me pagaran el triple”. El reguetón (me gusta esta grafía latinizada) despierta una visceralidad sorprendente.
Tengo varias sensaciones con esto. Por un lado veo a personas que son incapaces de comprender que su tiempo quedó atrás y que no saben procesar los sonidos actuales. He visto criticar por ejemplo temas de artistas reguetoneros pero que no tienen nada que ver con los cánones del estilo, como las últimas aproximaciones electrónicas de artistas como Anuel AA o Arcángel. Hay también un poso de colonialismo importante: llevamos décadas tragándonos cualquier tontería que viniera del mundo anglosajón como si fuera la nueva maravilla, pero todo lo que tenga un aire latino, de perreo de barrio, genera caras largas. Bien bailar un house ramplón; mal arrebatarse con un merengue. ¿Se les ocurre una manera más clara de enterrar lo que somos: latinos, bailongos, verbeneros y carnavaleros?
Hay otro elemento más, el machismo que destila la fórmula. El reguetón lo piden bailadoras mujeres pero lo rechazan DJ masculinos. Igual que solo oigo críticas por ejemplo a Bad Gyal (¡diosa!) entre el DJ varón, ése mismo que, en un delicioso giro, acusa de machista a todo el género.
El reguetón ya no es moda, igual que no lo es por suerte la crítica hacia el perreo desde el señor mayor al que nadie escucha que quiere sentar las bases de su gusto anticuado a través del rechazo. Perreen más y lloren menos.

