DJ VICKY MORALES

Retrato de la dj Vicky Morales

Fue la primera mujer en Canarias en esto de las mezclas. Merecía esta entrevista.

Entrevista publicada el 5 de Julio en el periódico El Día y La Provincia, sección Candela y Ruido.

¿Vicky Morales es un DJ de…?

Soy una DJ de buena música, no me puedo encasillar en un género en concreto. Amante de la música atemporal, versátil y camaleónica, y sobre todo bailonga y contundente. A veces más profunda, muy sentida otras veces con sonidos más delicados. Pero una DJ contundente sobre todo, de ritmos marcados y bajos potentes.

¿Por qué te hiciste DJ?

Nunca fue un propósito. La música ha sido como mi mejor amiga toda mi vida. Siempre me ha acompañado desde niña, porque siempre tuve una inquietud musical bastante grande. Desde ser un poco autodidacta con un pianito que tenía en casa hasta dormir escuchando ‘Anyway’ (mítico programa de Radio Club Tenerife que se emitió entre 1984 y 1993, presentador y dirigido por el mítico y ya fallecido Antonio Pérez Arnay, que ponía música muy especial, nocturna y agradable, muy rebuscada, en torno a la medianoche) y apuntar los nombres de los grupos de música que salían en la radio en la pared de mi habitación. Lo de pinchar fue por mi primera pareja, que era coleccionista de vinilos y me daba unas clases intensivas de todos los pedidos que le iban llegando de Inglaterra sobre todo, donde compraba la música de importación. Se me quedaron bastante grabadas esas clases musicales, sumado a mis nocturnidades en el sur que siempre me llamaba la atención la imagen del DJ. Todo eso hizo que en un momento de mi vida me decantara por comprar vinilos y así fue, todo bastante rápido. Porque además era la única chica, me empezaron a llegar cosas que me venían grandes porque no tenía ni formación ni práctica, pero sí tenía un desparpajo que no me frenaba nada.

¿De dónde viene tu nombre artístico?

Es pregunta tiene historia. Mi primer nombre, que era Lady W Morales, la W era de algo que decían mucho los ingleses cuando sonaba un temazo: “wicked”. Me lo puse porque me consideraba eso, “wicked”. Lo que pasa que luego me lo cambiaron por Weekend y yo no quería ser la chica del fin de semana, así que lo abrevié a W. Me puse Morales que es el segundo apellido de mi padre, que es más latino universal. Así me quedé. Con el tiempo me quité el Lady porque no soy tan lady. Claro, ya son 28 años pinchando y ha habido una evolución en cuanto al personaje, la persona y la música.

¿Si te dijeran: “pon lo que quieras y lo que te gusta” en cualquier sesión, qué pincharías?

Primero tendría que hacerte una lectura de pista y ver lo que se cuece, qué pide la gente, la hora, el evento en cuestión en que me encuentre. Son muchos factores que condicionan esa respuesta. En un sitio de día pondría cosas de día y animadas. Pero siempre dependiendo de la gente porque según el público pones una cosa u otra.

¿Una música, canción o artista que pueda ser tu placer culpable, algo inconfesable o que no encaje con tu estilo de pinchar?

Me encanta la salsa, ahí lo dejo. Me apasiona. Estoy hasta por meterme en clases de baile de salsa.

Y al revés, ¿qué artista o qué canción nunca faltan en tu sesión?

No suelo casarme con nadie. Me gustan muchas cosas pero no suelo repetir demasiado. Cuando son tantos años pinchando es imposible responder a esa pregunta. Es verdad que soy más fan de unos productores que otros pero no me sale nadie así rotundo para representarme.

¿Cuál es la petición más absurda que te han hecho cuando pinchas?

Me he visto en muchas situaciones particulares. En el desaparecido BB+ te puedo contar bastante. En los últimos tiempos, no sé si absurda, pero sí particular es que llevo los últimos tres años de carnaval pinchando en diferentes sitios y hay un grupo de gente que se llama ‘Gente de La Cuesta’, muy aficionados a la música, y dicen que por temazo me dan un billetazo, y me dan un fajo de billetes, falsos obviamente, y en el último carnaval en el escenario de Jonay fue super gracioso.

Y quitando peticiones raras, ¿cuál es la situación más loca que has vivido en una cabina?

Montones, la que se me viene a bote pronto es una de cuando pinché en los after de los carnavales del antiguo cine Rex, hará unos quince años, y yo tenía que pinchar detrás de Paul Ritch y además se corría el riesgo de que cerraran el after porque había mucha polémica, y no sabía que poner detrás de ese hombre, que estaba pinchando un techno estupendo. Corté con una capela, empecé desde abajo, pensando que una música con más feeling iba a caer como una especie de bálsamo. Y acabó el propio Paul aplaudiéndome a mí, pidiéndole al organizador que me dejara diez minutos más e incluso me pidió que le pasara un tema que puse que le encantó. Que luego Paul y su novia y yo seguimos de fiesta en casa de un amigo. Otra vez que me quedé muy impactada fue en un festival que pinchaba también después de Pascal Kleiman, un DJ sin manos que pinchaba con los pies Fue en el parque Viera y Clavijo y que me quedé tan petrificada mirándolo que no arrancaba.

Los DJ estamos llenos de tics, ¿tienes alguna manía o algún gesto raro cuando pinches?

Antes tenía la cuestión de beberme un chupito antes de empezar. Pero ya ni eso. Sí que es verdad que tuve mucho tiempo que no usaba la mano izquierda, lo hacía todo con la derecha, como que me olvido de que tengo dos manos. De repente usaba la mano izquierda en plan como que me acuerdo de que tengo otra mano.

Aparece un genio y te concede un deseo como DJ: pinchar en el festival, club, espacio de todo el mundo soñado: ¿cuál dirías?

n festival actual, en España sería en Días de Campo porque va muy en la tónica de lo que me gusta actualmente. O el Kala Festival de Albania, que me llama la atención. Pero soy más de club, a pesar de no ser ya tan fan de Ibiza, pinchar en un DC10 siempre me gustaría. Clubes más underground, un Berghain en Berlín o un Robert Johnson en Frankfurt..

Los DJ somos unos flipados de la música. ¿Cual es la mayor locura que has hecho por culpa de la música?

Muchísimas, tantas que ahora ni me acuerdo. Ya el mero hecho de meterme en esto de ser DJ puede que haya sido la mayor locura de mi vida. Al ser pionera en Canarias y no haber más mujeres, todo era nuevo para mí. Son cosas como irme a Marruecos por un contacto que me pasa Juan Magán porque le gustaba mi estilo, yo sola, que te recojan con una limusina, que no sabes qué te vas a encontrar. Otra locura fue empezar a pinchar en Budapest varias veces y hasta tener un mánager, que al principio fui por un contacto de Messenger. Irme a Bali con mi maleta y pinchar ahí gracias a Maick Rodríguez (DJ canario afincado en la Isla desde hace años)…

Quitando la música y pinchar, ¿cuáles son tus pasiones ocultas?

Me encanta el deporte, me encantan los animales en general, pero en especial los perros, me paro a saludar a todos los perros que me encuentro por la calle. El arte me apasiona en cualquiera de sus formas, pintura, escultura…

La mayoría de los DJ no podemos vivir de la música, ¿qué es lo que te da de comer?

Me considero afortunada porque yo viví unos diez años de la música, pero hoy por hoy no es posible. Soy sanitaria, trabajo en el laboratorio del hospital La Candelaria, y llevo en esto 17 años.

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