DJ JOHN JOHNSON

¿John Johnson es un DJ de…?

Lo que yo entiendo como electrónica de club: ahí entra el house, el tech house, el techno, el electro, los breaks… copla.

¿Cómo te definirías como DJ?

Como alguien que quiere ser muy serio y selectivo, pero no le sale todo lo serio y selectivo que a él le gustaría.

¿Por qué te hiciste DJ?

Se me apareció la Virgen en un sueño y me dijo: “Haz lo que quieras… menos pinchar”. Y no le hice caso.
En realidad creo que fue porque todos mis amigos eran DJs y me daban mucha envidia. Y también porque, desde que tengo uso de razón, he tenido un interés superlativo por la música… y por la electrónica, concretamente desde que escuché a Azul y Negro en la Vuelta a España del 82.

¿De dónde viene tu nombre artístico?

Se me ocurrió una noche de fiesta en el Bassoa (bbk), el año pasado. No hay un porqué, no hay un motivo. Estaba ahí… y vino a mí. Sé que hay cachondeo con todos los nombres que he tenido y quise subir la apuesta. En general creo que los DJs nos tomamos demasiado en serio a nosotros mismos, es mi acto de rebeldía más ravero.

Si te dijeran: “pon lo que quieras y lo que te gusta” en cualquier sesión, ¿qué pincharías?

Pincharía sin complejos, que es algo que me resulta tremendamente complicado de hacer. Sería un viaje muy ecléctico, de muchas horas, saltando entre muchísimos estilos. Me gustan demasiados como para concretarte esta pregunta.

Una música, canción o artista que pueda ser tu “placer culpable”, algo inconfesable o que no encaje con tu estilo de pinchar.

Mis placeres culpables no los escondo. Siempre cae algún tema más churretoso de lo deseable en mis sets. Pero lo que realmente me gustaría hacer, algún día, es un set de liquid drum’n’bass muy cheesy, con sus chicas cantando y sus bajos gordísimos.

Y al revés: ¿qué artista o qué canción nunca faltan en tu sesión?

No elijo la música por artistas y no suelo repetir temas, a no ser que sea ese misil que sé que me va a levantar la pista en un momento clave. Aun así, eso va cambiando muy a menudo.
Si tuviese que pinchar un solo tema el resto de mi vida, sería Two Months Off, de Underworld.

¿Cuál es la petición más absurda que te han hecho cuando pinchas?

Que avise al propietario de un Opel Corsa blanco, matrícula TF-4359-AZ.

Y quitando peticiones raras, ¿cuál es la situación más loca que has vivido en una cabina?

En un Eólica en el que pinché como El Chico Atómico, en “la cúpula del trueno” aquella que goteaba del techo, una chica se quitó el sujetador, me enseñó las tetas y luego me lo lanzó a la cabina. Fue mi peak como DJ de masas.

Los DJs estamos llenos de tics: ¿tienes alguna manía, gesto raro o ritual antes de subir a la cabina?

Morritos, siempre. Hago como que me seco la mano (aunque siempre está seca) después de ecualizar o tocar el plato. Además, pongo la pierna izquierda hacia atrás en puntera y doy golpecitos al suelo. Nunca dejo de moverme. Y si no estoy contento con lo que hago… pongo cara de culo sin querer.

Aparece un genio y te concede un deseo como DJ: pinchar en cualquier festival, club o espacio del mundo. ¿Cuál dirías?

Robert Johnson.

Los DJs somos unos flipados de la música. ¿Cuál es la mayor locura que has hecho por ella?

Salir de performer con el nombre de Carlito G junto a O-men (Fernando Ledesma) en el Ku. Hice un espectáculo lamentable como MC: yo me creía Keith Flint, pero me parecía más a ese señor que toca un teclado mal y se inventa las letras de las canciones. Menos mal que no existía internet. Nando estuvo de 10.

Quitando la música y pinchar, ¿cuáles son tus pasiones ocultas, tus hobbies, eso que llena tu tiempo y te hace feliz?

Escribir. De hecho, en breve saco un libro de poemas, mensajes de WhatsApp, posts de Threads y microrrelatos, entre los que aparece el que acabo de contarte de Carlito G. Se llama “Enjambre Sísmico” y tengo que vender 150 copias. Así que, si no quieren que tenga que volver a Barakaldo… cómprenlo cuando salga, por favor.

La mayoría de los DJs no podemos vivir de la música, ¿qué es lo que te da de comer?

Soy diseñador gráfico y web freelance. Además, soy socio en dos empresas: una tecnológica y otra de inversiones inmobiliarias. El resto del tiempo… me dedico a molar todo lo que puedo.