¿Manel Ruiz El Especialista es un DJ de…?

Lo mío es el viaje sonoro de la música africana a buena parte del continente americano, y el regreso de esos sonidos al lugar donde partieron: jazz, bossa, soul, samba, boogaloo, funk, afrobeat y sus diferentes derivados.

¿Por qué te hiciste DJ?

Siempre tuve la imperiosa necesidad de compartir música. En su momento grababa cintas para amigos con temas que sonaban en la radio. Ya en el 2001, en Canarias, empecé en el mundo de la radio, me propusieron presentar WOMAD Las Palmas y el Encuentro de Jóvenes de El Fondillo, sería justo en el Encuentro donde conozco a Juan Gas DJ, que me invitaría a compartir sus sesiones en la sala Q&DO de Las Palmas de Gran Canaria. 

¿De dónde viene tu nombre artístico?

De mis principios en la radio, en mc2 Music Campus. La dirección de programación me encasquetó un programa documental especial, de lunes a viernes, de tres horas cada día, en el que tenía que hablar de un estilo musical, un artista, un sello discográfico. Se emitían a medio día, programas en directo que empezaban con: “En la muñeca precisión suiza, en el cuello seda japonesa, en los pies cuero italiano y en tu radio… El Especialista con Manel Ruiz”.

¿Una música, canción o artista que sea tu placer culpable?

Wonderful Life de Black.

Y al revés, ¿qué artista o qué canción nunca faltan en tu sesión?

Ese título está muy disputado actualmente entre Joe Bataan y Donald Byrd.

¿Cuál es la petición más absurda que te han hecho cuando pinchas?

La última fue una versión de Corazón partío de Alejandro Sanz en brasileño por Grupo Menos É Mais.

Los DJ estamos llenos de tics, ¿tienes alguna manía o algún gesto raro cuando pinches?

Rociar los vinilos con mi mezcla de agua destilada y alcohol, mientras se están reproduciendo. Ya pinchados, secarlos con un paño y darles un par de vueltas antes de guardarlos de nuevo en sus fundas y de ahí a la maleta.

Aparece un genio y te concede un deseo como DJ: pinchar en el festival, club, espacio de todo el mundo soñado: ¿cuál dirías?

Sueño, algún día, pinchar en mi propio club… o en el festival Wicked Jazz Sounds de Amsterdam, Países Bajos.

¿Cuál es la mayor locura que has hecho por culpa de la música?

Dejar relaciones de pareja que no entendían, o compartían, mi pasión por la música y dejar cualquier forma de trabajo estable para tirarme de cabeza a la aventura de vivir solo con los ingresos de DJ, pandemia de por medio.